UN CLÁSICO ESPAÑOL

Todo un clásico de nuestra gastronomía, con cuatro ingredientes básicos aceite, patata, huevos y cebolla. Este ultimo es un poco para gustos, aunque creo fundamental incluirlo porque el sabor.... ¡Ummm cambia bastante!

Fijaros que utilizando estos ingredientes pero elaborada por diferentes personas, ¡Que diferente sabor, jugosidad y grosor tienen!

Muchas veces voy a bares o incluso restaurantes donde la tienen en sus barras o en sus cartas, y al probar el primer bocado te das cuenta que hay mucha diferencia. Incluso, puedes encontrar algunas que están verdaderamente asquerosas!!!

Las mejores que he probado han sido en Galicia, cuna de la patata y en muchos sitios elaboradas con "huevos de casa" es decir de gallinas criadas por ellos mismos o por gente cercana. Esta calidad de productos es clave en el resultado final. Esta clase de huevos tienen una yema mas amarilla dando dicha tonalidad a la misma y un sabor increíble.

En el Valle del Baztan en Navarra, hacen una muy peculiar, sustituyen el aceite por la manteca de cerdo dándole un sabor muy autentico y tradicional, ya que se elabora de esta manera desde hace muchos años.

También hay sitios donde las rellenan, las hacen vegetales, de jamón y queso.... Les dan mas grosor para poderla cortar por la mitad y rellenarla.






Este tipo de tortillas, a parte de dar muchísimo mas trabajo de elaboración, son bastante incomodas para comerlas porque se te desparraman por todos los lados . Así que si la vais a comer en publico, tened cuidado!

Otro truco importante es la manera de cortar la patata, en laminas, trozos pequeños, gruesos y desiguales... Dicen que hay que clavar el cuchillo empezar a darle forma al trozo y terminar girando el cuchillo y oyendo un " crack" en el corte. Probarlo!!

Al freirla hacerlo a fuego medio para que la patata vaya haciéndose poco a poco y quede blandita, nunca dorada.

En fin, como esto no es un recetario, daros un capricho y disfrutar de este manjar tan español.