Turistas y foráneos con sus cámaras intentan plasmar su bravura. Multitud de fotografías tomadas en rincones especiales, sin contar con el peligro que a veces entraña. Imágenes de padres con sus hijos en brazos, parejas de enamorados o incluso algún que otro abuelo. Almas solitarias sentadas en alguna roca tan solo observando, mientras sus pensamientos fluyen.
Las olas se suceden una detrás de otra, a cual más alta, pareciendo querer llamar la atención a todo el que pasa con su sonido y su espuma blanca. Relaja mi vista, calma mi alma y afloran los recuerdos del verano. Qué ganas que llegue...
El termómetro engaña con sus dieciocho grados pero no puedo desprenderme de mi jersey. Aún falta un poco. El sol baja recordándome que tan solo es un espejismo, que todavía corre el mes de enero...Pero me espera. Siempre me espera!
Amo el Cant{abrico
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