viernes, 29 de enero de 2016

TU SECRETO: VIVIR DEL CUENTO









Tu, si eres tu. Vas erguido, orgulloso y siempre mirando por encima del hombro. Tu que te has labrado un futuro provechoso a costa de vivir de los demás. Siempre arropado por personas solitarias que están deseosas de compañía, da igual la edad pero con buenos euros en la cartera para calmar tus caprichos.

Porque tu trabajo esta en la calle, haciendo contactos y siempre presente en todos los eventos. Tu indumentaria llama la atención a cualquiera: ultra cara, limpia y siempre a la última. ¡Ni tocar las franquicias que dan alergia!

No te vale cualquiera a tu lado ni tampoco el postureo en bares de chiquiteo. Necesitas lucirte en locales de pura tendencia y acordes a tu estilo. ¡Ahí encuentras a tus presas! Personas que admiran tu clase, tu elegancia y que con solo conversar unas cuantas palabras contigo, se crecen a tu lado y tienes gratis tu ronda completa: bebida y refuerzo.

Eres el autentico hombre de compañía, el que nunca mete la mano en el bolsillo aunque este con mujeres. El que tiene que ser admirado y nunca admirar. El que puede criticar y nunca ser criticado. El que da consejos, sin nunca poderlos recibir.


Te admiro, porque para ser como tu, tienes que ser un verdadero profesional. Porque si, para vivir del cuento hay que ser profesional, cualquiera no vale. 


Recuerdo hace años haber visto un reportaje de "Gigolós" en la televisión. Muy entretenido por cierto. Contaban el caso de un elegante y apuesto caballero, enfundado en ropa de lujo y con coche de lujo: un Ferrari rojo. Un hombre de compañía, de mujeres ricas, inmensamente ricas, pero también algo entradas en años, a las que recogía a golpe de teléfono.


Entraban en su Ferrari y su primer destino era un puerto, no recuerdo cuál ,donde un barco de al menos 50 ó 60 metros de eslora les esperaba Su tripulación , de blanco inmaculado y preparados para servirles en todo para una travesía de ensueño. caviar, champagne, foie... y demás delicatesen. ¡Qué nivel! 


Al atardecer atracan de nuevo en el puerto, bronceados, conversados y demás prestancias... para dejarla en casa. Prepararse para ir a cenar a un sitio de infarto y terminar bailando. Todo el día completo tenia un precio, comidas y excursiones a parte.


Personas solitarias que ansían compañía de nivel y que están dispuestas a pagarlo. ¡Que dura es la vida!    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario