EXCELENCIA Y MEDIOCRIDAD

¡Qué fina parece la línea entre la excelencia y la mediocridad!

Hoy en día nos encontramos con un montón de profesionales liberales o pequeños autónomos que desarrollan un trabajo o servicio para todo el publico.

Si analizamos de cerca un sector, por ejemplo el de la abogacía, nos damos cuenta que en casi todos los portales de nuestras ciudades encontramos placas con nombre y apellido de personas que ejercen dicha profesión. Pero, ¿son todos igual de buenos? ¿Van a defender tu caso de la misma forma y con las mismas posibilidades de éxito?

Realmente siento decirte que la respuesta es un NO rotundo.

Y ahora viene la segunda pregunta: ¿Cómo sé cual tengo que elegir? Evidentemente la respuesta por mi parte sería: EL MEJOR. 

La cantidad de profesionales de este ramo mediocres es alta, como en todas las demás profesiones. Aunque hay una que me inquieta profundamente: el profesional de la medicina.

En el primer caso, lo único que nos podemos jugar es dinero si las cosas no salen en la defensa de nuestro caso como deberían salir. Pero en el caso del sector sanitario, lo que está en juego es la vida de las personas por un mal diagnostico. Y esto ya es más grave.

Los seguros de responsabilidad civil de dichos profesionales les protegen de una mala praxis médica. Pero, ¿Qué pasa cuando un mal diagnostico conlleva a algo mas grave?. ¿Te has puesto a pensar el daño que ocasionan al paciente y a su familia?.

La excelencia tan solo lo consiguen aquellas personas que sienten PASION POR LO QUE HACEN. ¡Fíjate que sencillo!

El mediocre trabaja única y exclusivamente por dinero, mientras que el que roza la excelencia trabaja por pasión. Se preocupa de estudiar y estar siempre a la ultima en todos los avances, leyes, tecnología....para aplicar a su negocio. Defiende a su cliente o su paciente con un completo conocimiento y prepara exhaustivamente, con prudencia y siempre defendiendo los intereses del que acude a él.

La excelencia muy pocos la consiguen. Su puesta de mira en conseguir bienes materiales o calidad de vida prevalece frente a lo que realmente es su profesión o lo que es lo mismo su fuente de ingresos.

Así, que desde aquí tan solo puedo decirte: "Hagas lo que hagas, te dediques a lo que te dediques, apasiónate y supérate día a día." Porque solamente así lograrás la excelencia. El éxito y el dinero llegan al mismo tiempo y  de la mano.

Cuanta más gente apasionada por su profesión tengamos en nuestro país, mayor será la productividad y reputación del mismo.