Lugar emblemático de grandes y pequeñas personalidades, que en el trayecto del Norte al Centro de la península, es parada obligada.
Su galería acristalada y aclimatada te recibe y te invita a entrar y tomarte un descanso degustando su gran surtido de "tes ingleses" acompañado de sus hojaldres en forma de palmeras o redondos abultados. Y para los que paran con el estomago más vacío, sus típicos huevos con morcilla de la zona... Uhhh hacen tu boca agua!!!
Si quieres pasar una noche de ensueño, no te pierdas su suite. Con todo lujo de comodidades !!
Su piscina aclimatada y con chimenea hace que las tardes de nieve y frío se conviertan en un verdadero placer.
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