El hotel era fantástico, un HOTEL BOUTIQUE con spa enfrente de la playa.
Con una antigüedad de apenas un año, es un hotel muy practico para lo que iba a buscar: sol, playa y descanso.
Y después de un día de playa, un relax para el cuerpo. Un pequeño spa con sauna húmeda y seca.
Cerca de allí visitamos la playa de Aveiro, interminable pero con zonas de bañistas acotadas por la peligrosidad y fuerza de sus olas.
Y como se estila ahora, los bares restaurantes de la playa con zona "chill out" con sofás súper cómodos en la misma arena donde te sirven lo que desees.
Y después de las jornadas de playa, toca pasear un poco.... Es típico que sus gentes se pongan sus mejores galas para darse un paseo por el paseo paralelo a la playa atravesando sus dunas enormes.
El restaurante de mas nombre de la zona se llama OXALA. Cuando llegas lo mas típico es tomar embutidos con champagne en la zona de abajo.
Pero hay que tener mucho cuidado porque te llenas enseguida y las raciones del restaurante son gigantescas.
Me encanto disfrutar de un fin de semana en Portugal!!!! Os animo a visitar este país tan cercano, con magnificas playas, buena gastronomía y sobretodo la amabilidad de sus gentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario